NUESTRA HISTORIA

AIKA Ingeniería nació de un sueño que fue cambiando de forma, pero nunca de esencia.

Desde niña, Johanna sintió una conexión profunda con la naturaleza: las plantas que cuidaba junto a su abuela Matilde y su amor por los animales sembraron en ella la semilla del respeto por la vida. Su deseo inicial fue ser bióloga, comprender la tierra, el agua y los seres que la habitan. Sin embargo, la vida tomó otro rumbo, y fue a través de la ingeniería civil donde descubrió una nueva manera de acercarse a lo mismo que amaba: la naturaleza.

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Un día, en una visita al Cerro Quininí en Tibacuy, Cundinamarca, algo despertó en su interior. Al tocar los petroglifos muiscas, sintió un llamado ancestral —una invitación a volver al origen para construir el futuro.

De esa conexión nació AIKA, palabra que significa “mañana” en lengua muisca. Un nombre que representa esperanza, aprendizaje y evolución.

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Hoy, AIKA Ingeniería avanza paso a paso, ofreciendo servicios que integran la técnica con la sensibilidad ambiental: diseño de planos, estudios topográficos, diseños hidráulicos, análisis hidrológicos y de riesgo, y estudios de suelos.

Pero su visión va más allá. AIKA sueña con un futuro donde la ingeniería se inspire en la biomímesis, en los materiales naturales y en las formas sostenibles de construir, recuperando el valor del bahareque, la guadua, la tapia pisada y el bambú.

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Porque AIKA no solo diseña proyectos: cultiva un propósito.

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Y cada paso, cada idea y cada aprendizaje son parte de un camino que busca equilibrio entre el desarrollo humano y la sabiduría de la tierra.

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AIKA Ingeniería — Volver al origen para construir el futuro.